Esta es una nota sobre Pedro Pablo Kuczynski, correspondiente al año 1968, cuando el gringo se fugó del Perú escondido en la maletera de un auto y, en compañía de Carlos Rodríguez Pastor, se internó en Ecuador, para finalmente dirigirse ambos a los Estados Unidos.
PPK había sido hasta entonces uno de los seis gerentes del Banco Central de Reserva y en esa condición, su última operación, en complicidad con Rodríguez, consistió en entregarle ilegalmente 17 millones de dólares a la International Petroleum Company (IPC), petrolera cuyas cuentas estaban embargadas por el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado.
El hecho fue denunciado por la prensa peruana. Los lectores pueden consultar las ediciones de los principales diarios de Lima a partir de octubre de 1968. El poder adquisitivo del dinero que Kuczynski y Rodríguez autorizaron entregar a la IPC equivale hoy a más de 105 millones de dólares.
Debe recordarse que el 3 de octubre de ese año Velasco y un puñado de oficiales del Ejército habían derrocado al presidente Fernando Belaunde. Esa madrugada lo deportaron a Buenos Aires, clausuraron el Congreso y el 9 de ese mes tomaron con tanques las instalaciones de la petrolera en Talara, anulando el nuevo contrato que les prorrogaba por 99 años la refinación de crudo, sin cobrarles 700 millones de dólares en impuestos que debían desde 1924. Surgiría entonces Petroperú y se abriría un período de profundas aunque inconsultas reformas.
En medio de la turbulencia política, pocos observaban lo que pasaba en el Banco Central de Reserva. Pero era un hecho público que las cuentas bancarias de la IPC habían sido embargadas y estaba suspendida toda entrega de divisas sin autorización expresa. Esto fue precisamente lo que hicieron por lo bajo PPK y su jefe Rodríguez Pastor.
La IPC era entonces la transnacional más poderosa en el Perú. Durante 53 años sostuvo como argumento, para no pagar su deuda, un llamado Laudo Arbitral de París que la eximía de esa obligación.
La firma explotó el petróleo de Talara sin controles, al punto de contar con dos muelles propios, exceptuados de la inspección del Estado peruano. Tenía a su cargo la extracción, refinación, distribución, comercialización y exportación del petróleo y todos sus derivados, principalmente gasolina, mediante sus grifos en todo el país.