En Cajamarca asistimos estupefactos, impertérritos, a la manifestación del mundo al revés, donde nada el ave y vuela el pez.  

Hay un reino de la hipocresía y la falsedad en el que se nos muestra una realidad deformada a través de los gruesos anteojos de un conocido personaje, los cuales acrecientan su miopía.

Existen también unos embusteros mediáticos y fariseos moralistas, a sueldo de Yanacocha, que mal informan o deforman la información y que achacan a otros lo que ellos realmente son.

Uno de ellos es Luis Mego, la “prima donna” del infundio y la bajeza. Es una especie de don Quijote, pero invertido, que cabalga en un cargador frontal minero para causar el mal, inventar mentiras y fabricar entuertos.

Se jacta de haber aportado “pruebas” para encarcelar a Gregorio Santos por corrupto. Como si todos no supiéramos que sus “pruebas” (fabricadas en realidad por la Centralita yanacochina y el gobierno humalista) son puro ripio y cascajo. Y, por eso, en su desesperación, el Fiscal ha solicitado 9 meses más de investigación (ya no acercamos en total a los 3 años) a efecto de conseguir aquella sólida evidencia (aún ausente) que permita iniciarle un juicio a Santos y lograr así una sentencia condenatoria para beneplácito de los dueños del Perú.

Y ahora, al más puro estilo alucinatorio de Juana de Arco (que escuchaba voces), Mego ha creado una esquizofrénica y ficticia conversación (dizque por el Facebook) entre César Flores, gerente general de la Región, y el que esto escribe. Y otra vez la Centralita, con sus hackers, le ha proporcionada una trucada “conversación”, a fin de intentar dividir maquiavélicamente al Consejo Regional y de enfrentarlo con el gerente general. Burda maniobra y patraña yanacochina.

Ahora bien, como reza un viejo proverbio inglés: “Cuando apuntas con un dedo, recuerda que los otros tres dedos te apuntan a ti” .

EL DIABLO DE PREDICADOR

Pero, ¿quién es realmente Luis Mego, este moralista inmoral?

Paradójicamente, es un vulgar ladrón y corrupto. Fue destituido deshonrosamente de TV Norte, cuando trabajaba como Jefe de Prensa, por el Directorio en pleno de esa empresa municipal, durante la gestión del ex alcalde Jorge Hoyos Rubio.

¿Y la razón de ello? Mego fue “ampayado” por el Directorio de TV Norte por cobrar y adulterar facturas con un monto menor, en complicidad con su primera esposa que también laboraba allí en Contabilidad, y de este modo lucrar con la diferencia monetaria.

Lo absurdo de este caso es que Mego actualmente tiene un programa alquilado en TV Norte, la empresa a la que robó y de la que fue expectorado hace 13 años, según consta en las actas del Directorio.

Una perlita más. En el diario El Mercurio, del 16 de junio del 2009, se lo acusa de no haber rendido cuentas del dinero que se le proporcionó (casi 10 mil soles) para comprar adornos navideños mientras se desempeñaba como gerente de Imagen de la Municipalidad de Cajamarca. También se afirma en dicho diario que Mego brindaba aparentes “servicios” profesionales a la comuna cajamarquina por los que se le pagaba honorarios que ascendían a 13, 350 nuevos soles. Y por lo mismo el periódico pedía que sea investigado a profundidad por la Contraloría General de la República.

Toda una joyita resultó ser nuestro moralista inmoral.

NO HAY QUE TIRAR PIEDRAS AL TECHO DEL VECINO

Moraleja. Mego, no dañes la honra de un periodista con tu fabricada “conversación” porque te puede investigar y sacar todos tus trapitos al sol. Entre gitanos no nos vemos la suerte.

Y aprende de una vez por todas que ninguna persona puede cambiar la verdad, pero la verdad sí puede cambiar a las personas. Haz pretendido apagar mi luz para que brille la tuya. Y eso es despreciable y patético.

No te tengo miedo a ti ni a esa organización mafiosa que es Yanacocha. Yo sólo soy un pequeño hombrecito, armado de una afilada pluma, pero sé que con pequeños ladrillos se hacen grandes castillos y que con palabras precisas se derrumban altísimas torres.

Como periodista sé que, mal empleado, como es tu caso, el lenguaje es únicamente una mentira acerca de la verdad y, a veces, mucha luz o mucha sombra no nos dejan ver.

Voy a seguir desenmascarándote y combatiéndote, a ti y a Yanacocha, pues la vida es como montar en bicicleta: sí quieres seguir avanzando hay que continuar pedaleando para que ella tenga sentido.

Yo he abrazado, por convicción, la noble causa de la defensa ambiental de mi tierra, y la dignidad de mi pueblo, Cajamarca. Y mi tarea fundamental es volver transparente aquello que ocultan tú y la intoxicadora Yanacocha. Ambos somos sirvientes. Yo sirvo a Cajamarca, tú sirves a una empresa minera extranjera. Pero recuerda que el que no vive para servir, no sirve para vivir.

Algunos me preguntan por qué soy muy cáustico con Yanacocha y con los que medran alrededor de ella. Yo respondo: en Estados Unidos, los negros se hacen boxeadores para poder pegarles a los blancos de manera legal. Yo hago lo mismo, como periodista, pero con los promineros felipillos y con los saqueadores de las riquezas que tiene en sus entrañas Cajamarca. Y también lo hago porque uno ofende a los buenos cuando a los malos perdona.

Ninguno ama a su tierra porque es grande, sino porque es suya. Pero el peor enemigo de Cajamarca es un traidor y un entreguista vendepatria.

Yo siempre digo lo que siento y siento lo que digo, porque me gusta que concuerden las palabras con mi mente.

Aunque sigo siendo tan inocente que aún creo en la divina esperanza que algún día los buenos y los poetas gobernarán al mundo.

Buenos, pues, ya le puse tres puntos suspensivos a esta historia. Aunque ella ha borrado dos de ellos y me ha dejado tan sólo con un punto final.